jueves, 11 de julio de 2013

EL COMPLEJO DE JESÚS:
¿Es Jesús Dios?
¿Alguna vez has conocido a alguien con tal magnetismo personal que ellos son siempre el
centro de atención? Quizás sea su personalidad o su inteligencia –pero algo acerca de ellos
es enigmático. Bueno, esa es la manera en que fue hace dos mil años con Jesucristo. Pero lo
que hace a Jesús relevante incluso hoy en el siglo 21 son las afirmaciones que él hizo sobre
si mismo.
Como un impredecible carpintero de un oscuro pueblo en Palestina, Jesús hizo
afirmaciones que, si son ciertas, tienen implicaciones profundas en nuestras vidas. Según
Jesús, usted y yo somos especiales, parte de un gran plan cósmico.
Fue ante todo las escandalosas afirmaciones de Jesús que le causaron ser visto como una
persona excéntrica tanto por las autoridades romanas como por la jerarquía judía. Si bien él
era un forastero sin credenciales o base de poder político, dentro de tres años, Jesús cambió
el mundo para los siguientes 20 siglos. Otros líderes morales y religiosos han dejado un
impacto – pero nada como ese desconocido carpintero de Nazaret.
¿Qué era lo que en Jesucristo hizo la diferencia? ¿Era él meramente un gran hombre, o algo
más?
Estas preguntas llegan al corazón de quien fue Jesús realmente. Algunos creen que él era
meramente un gran maestro moral; otros creen que él era simplemente el líder de la más
grande religión del mundo. Pero muchos creen algo más grande. Los cristianos creen que
Dios de hecho nos ha visitado en forma humana. Y ellos creen en la evidencia que lo
respalda. Entonces, ¿quién es el verdadero Jesús? Echemos un vistazo más de cerca.
Así como nosotros tomamos un vistazo más profundo a la persona más controversial del
mundo, empezamos preguntándonos: ¿Jesús podría haber sido meramente un gran maestro
moral?
¿Un Gran Maestro de la Moral?
Casi todos los eruditos reconocen que Jesús fue un gran maestro moral. De hecho, su
brillante entendimiento de la moralidad humana es un logro reconocido incluso por
aquellos de otras religiones. En su libro Jesús de azaret, el erudito judío Joseph Klausner
escribió, “Es universalmente admitido… que Cristo enseñó las más puras y sublimes
éticas… las cuales arrojan los preceptos morales y máximas de los hombres más sabios de
la antigüedad lejos dentro de la sombra.”1
El sermón del monte de Jesús ha sido llamado la enseñanza más excelente de ética humana
jamás pronunciada por un individuo. De hecho, mucho de lo que nosotros conocemos hoy
como “igualdad de derechos” en realidad son el resultado de la enseñanza de Jesús. El
historiador Will Durant dijo de Jesús que “él vivió y luchó incansablemente por la
`igualdad de derechos; en tiempos modernos él habría sido enviado a Siberia. ‘El que es mayor entre ustedes, será vuestro siervo’- esta es la inversión de toda sabiduría política, de
toda cordura”.2
Algunos han tratado de separar las enseñanzas de Jesús en ética de las afirmaciones sobre el
mismo, creyendo que el fue simplemente un gran hombre quien enseñó elevados principios
morales. Esta fue la propuesta de uno de los Padres Fundadores de los Estados Unidos de
América.
El Presidente Thomas Jefferson, nunca el educado racionalista, se sentó en la Casa
Blanca con dos copias idénticas del Nuevo Testamento, una recta punta de navaja,
y una gavilla de un octavo de tamaño de papel. En el transcurso de unas pocas
noches, él hizo un rápido trabajo de cortar y pegar su propia Biblia, un delgado
volumen que él llamó “La filosofía de Jesús de Nazaret”. Después de cortar cada
pasaje que sugería la naturaleza divina de Jesús, Jefferson tenía un Jesús quien era
no más ni menos que un buen guía ético. 3
Irónicamente, las palabras memorables de Jefferson en la Declaración de Independencia
tienen sus raíces en la enseñanza de Jesús de que cada persona es de inmensa e igual
importancia para Dios, sin tener en cuenta el sexo, la raza o el estatus social. El famoso
documento expone,:
“Nosotros sostenemos estas verdades que son evidentes por sí solas, de que todos los
hombres son creados iguales, que ellos son dotados por su creador con ciertos derechos
inalienables…”
Pero la pregunta que Jefferson nunca hizo es: ¿cómo podría Jesús ser un gran líder moral si
él mintió acerca de ser Dios? Entonces quizás él no era realmente moral después de todo,
pero su motivo fue comenzar una gran religión. Veamos si eso explica la grandeza de Jesús.
¿Un Gran Líder Religioso?
¿Se merecía Jesús el titulo de “gran líder religioso? Sorprendentemente, Jesús nunca
proclamo ser un líder religioso. Él nunca se metió en la política religiosa o impulso una
agenda ambiciosa, y él ministró casi en su totalidad fuera de la establecida estructura
religiosa. Cuando uno compara a Jesús con los otros grandes líderes religiosos, una notable
distinción emerge. Ravi Zacarías, quien creció en una cultura Hindú, ha estudiado las
religiones del mundo y observó una distinción fundamental entre otros fundadores
religiosos y Jesucristo.
“Lo que sea que nosotros podamos hacer de sus afirmaciones, una realidad es
inevitable. Ellos son profesores que apuntan a sus enseñanzas o muestran una
manera particular. En todo esto, ahí emerge una instrucción, una manera de vida.
No es Zoroastro a quien usted se vuelve, no es Zoroastro a quien usted escucha. No
es Buda quien te libra; son sus Verdades Nobles que te instruyen. No es Mahoma
quien te transforma; es la belleza del Corán que te corteja. Por contraste, Jesús no
solo enseña o expone Su mensaje. Él era idéntico con Su mensaje.”4 La verdad del punto de Zacarías subrayado por el número de veces en los evangelios que la
enseñanza del mensaje de Jesús fue sencillamente “Ven a mí” o “Sígueme” o
“Obedéceme”. También, Jesús hizo claro que su misión principal era perdonar los pecados,
algo que solo Dios podía hacer.
Ningún otro líder religioso importante jamás proclamó tener el poder para perdonar
pecados. Pero esa no es la única afirmación que Jesús hizo que lo separan de los otros. En
The World´s Great Religions, (Las Grandes Religiones del Mundo) Huston Smith observó,
“Solo dos personas asombraron a sus contemporáneos tanto que la pregunta que evocaron
no fue ´¿Quién es él?’ sino ´¿Qué es él?´ Ellos fueron Jesús y Buda. Las respuestas que
estos dos dieron fueron exactamente contrarias. Buda dijo inequívocamente que él era un
mero hombre, no un dios –casi como si él preveía intentos más tarde de adorarle. Jesús, por
otra parte, afirmó…ser divino.”5
¿Jesús afirmaba ser Dios?
Claramente, desde los primeros años de la iglesia, Jesús fue llamado Señor y considerado
por la mayoría de los cristianos como Dios. Sin embargo su divinidad fue una doctrina que
fue sometida a gran debate (ver “¿Jesús afirmaba ser Dios?”). Entonces la pregunta—y es
la pregunta—es esta: ¿Realmente afirmaba Jesús ser Dios (el Creador), o fue su divinidad
algo inventado o asumido por los autores del Nuevo Testamento?
Algunos eruditos creen que Jesús era un maestro tan poderoso y un personaje tan fascinante
que sus discípulos solo asumieron que él era Dios. O tal vez ellos solo querían pensar que él
era Dios. John Dominic Crossan y el Seminario Jesús (un grupo escéptico marginal de
estudiosos con presuposiciones en contra de los milagros) están entre aquellos que creen
que Jesús fue divinizado por error.
Aunque libros como El Código Da Vinci argumentan que la divinidad de Jesús fue una
doctrina tardía de la iglesia, la evidencia muestra lo contrario. (Ver “¿Existe una
Conspiración Da Vinci?”) La mayoría de cristianos que aceptan los evangelios como
fiables insisten que Jesús afirmó su deidad. Thomas Jefferson no tuvo problema aceptando
las enseñanzas de Jesús en moralidad y ética mientras negara su deidad.6
 Pero como hemos
dicho, y estudiaremos mas adelante, si Jesús no fue quien él afirmó ser, entonces debemos
examinar algunas otras alternativas, ninguna de las cuales lo harían un gran maestro moral.
Incluso una lectura superficial de los evangelios revelan que Jesús afirmaba ser alguien más
que un profeta como Moisés o Daniel. Pero es la naturaleza de esas afirmaciones lo que nos
preocupa. Dos preguntas son dignas de atención.
• ¿Realmente afirmó Jesús ser Dios?
• Cuando él dice “Dios,” ¿Jesús realmente quiso decir que él era el Creador del
universo del que se habla en la Biblia Hebrea?
Para dirigir estas preguntas, consideremos las palabras de Jesús en Mateo 28:18: “Se me ha
dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.” ¿Qué quiso decir Jesús cuando afirmó tener toda autoridad en el cielo y en la tierra? Un
peligro de interpretación es leer dentro de un documento histórico nuestra definición—es
este caso, lo que queremos decir por “toda autoridad.” Pero para localizar el significado, el
contexto lo es todo.
“Autoridad” era un termino bien entendido entre los romanos-que ocupaban el territorio de
Israel. En ese momento, César era la autoridad suprema en el mundo romano entero. Su
edicto podría al instante lanzar legiones para la guerra, condenar o exonerar a criminales, y
establecer leyes y reglas de gobierno. De hecho, la autoridad del César era tal que él mismo
alegó divinidad.
Entonces, al menos Jesús estaba afirmado autoridad comparable a César mismo. Pero él no
dijo solamente que él tenía más autoridad que los líderes judíos o gobernantes romanos;
Jesús estaba afirmando ser la autoridad suprema del universo. Para aquellos a quienes él les
habló, significó que él era Dios. No un dios—pero el Dios.
¿Jesús afirmó ser el Creador?
Pero, ¿es posible que Jesús estuviera solo reflejando la autoridad de Dios y no estaba
declarando que él era el verdadero Creador? A primera vista eso parece creíble. Sin
embargo la afirmación de Jesús de tener toda autoridad parece tener sentido solo si él es el
Creador del universo. La palabra “toda” abarca todo, incluyendo la creación misma.
Así como miramos mas profundo dentro de las propias palabras de Jesús, un patrón parece
emerger. Jesús hizo afirmaciones radicales sobre él mismo que, si ciertas,
inconfundiblemente apuntan s su deidad. Aquí esta una lista parcial de tales declaraciones
como registradas por relatos de testigos oculares.
• “Yo soy la resurrección y la vida.” (Juan 11:25)
• “Yo soy la luz del mundo.” (Juan 8:12)
• “Yo y mi padre somos uno.” (Juan 10:30)
• “Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Ultimo, el Principio y el Fin.”
(Apocalipsis 22:13).”
• “Yo soy el camino, la verdad, y la vida.” (Juan 14:6)
• “Yo soy el único camino al Padre [Dios].” (Juan 14:6)
• “Si me has visto, has visto al Padre.” (Juan 14:9) Una vez más, debemos ir atrás al
contexto. En las Sagradas Escrituras Hebreas, cuando Moisés preguntó a Dios su
nombre en la zarza ardiente, Dios respondió, “YO SOY.” Él le estaba diciendo a
Moisés que Él es el único Creador, eterno y trascendente en el tiempo.
Desde el tiempo de Moisés, ningún judío practicante se referiría a sí mismo o ningún otro
por el “Yo Soy.” Como resultado, la afirmación del “YO SOY” de Jesús enfureció a los
líderes judíos. Una vez, por ejemplo, algunos líderes le explicaron a Jesús porque ellos
estaban tratando de matarlo: “Porque usted, un simple hombre, se ha hecho a usted mismo
Dios” (Juan 10:33). Pero el punto aquí no es simplemente que tal frase enojara a los líderes religiosos. El punto
es que ellos conocían exactamente lo que él estaba diciendo—él estaba afirmando ser Dios,
el Creador del Universo. Sólo esta afirmación habría traído la acusación de blasfemia. Leer
en el texto que Jesús afirmó ser Dios es claramente justificado, no simplemente por sus
palabras, pero también por la reacción a estas palabras.
¿Qué clase de Dios?
La idea de que somos todos parte de Dios, y que dentro de nosotros esta la semilla de
divinidad, simplemente no es un posible significado de las palabras y acciones de Jesús.
Tales pensamientos son revisionistas, extraños a su enseñanza, extraños a su declaración de
creencias, y extraño al entendimiento de sus discípulos de su enseñanza.
Jesús enseño que él es Dios en la manera que los Judíos entendían a Dios y la manera que
las Escrituras Hebreas retrataban a Dios, no en la manera en que el movimiento de Nueva
Era entiende a Dios. Ni Jesús o su audiencia han sido criados en Star Wars, y entonces
cuando ellos hablaron de Dios, ellos no estaban hablando de fuerzas cósmicas. Es
simplemente mala historia redefinir lo que Jesús quiso decir con el concepto de Dios.
Pero si Jesús no era Dios, ¿seguimos bien nosotros llamándolo un gran maestro moral? C.S.
Lewis argumentó, “Estoy aquí tratando de impedir a cualquiera de decir la cosa realmente
absurda que la gente a menudo dicen de Él: ‘Estoy listo para aceptar a Jesús como un gran
maestro moral, pero no acepto su afirmación de ser Dios.’ Esa es la única cosa que no
debemos de decir.”7
En su búsqueda de la verdad, Lewis supo que él no podía tener ambos sentidos con la
identidad de Jesús. O Jesús era quien afirmaba ser—Dios en la carne, —o sus afirmaciones
eran falsas. Y si ellas eran falsas, Jesús no podría ser un gran maestro moral. Él estaría
mintiendo intencionalmente o sería un lunático con el complejo de Dios.
¿Era Jesús un Mentiroso?
Uno de los más conocidos y más influyentes trabajos políticos de todos los tiempos fue
escrito por Nicolás Maquiavelo en 1532. En su clásico, El Príncipe, Maquiavelo exalta el
poder, el éxito, la imagen, y la eficiencia por encima de la lealtad, la fe, y la honestidad.
Según Maquiavelo, mentir esta bien si logra un fin político.
¿Podría Jesucristo haber sido motivado por este principio Maquiavélico? De hecho, los
opositores Judíos de Jesús estuvieron constantemente tratando de exponerlo como un
fraude y un mentiroso. Ellos lo inundaron con preguntas en un intento de ponerle una
trampa y hacerlo contradecirse a si mismo. Sin embargo, Jesús respondió con notable
consistencia.
La pregunta con la que debemos lidiar es, ¿qué podría motivar a Jesús a vivir su vida entera
como una mentira? El enseñó que Dios se oponía a la mentira y la hipocresía, entonces él
no lo estaría haciendo para complacer a su Padre. Él claramente no mintió para el beneficio de sus seguidores. (Todos menos uno fueron martirizados.) Y así somos dejados con sólo
otras dos explicaciones razonables, cada una de las cuales es problemática.
Beneficio
Mucha gente ha mentido por ganancia personal. De hecho, la motivación de la mayoría de
los mentirosos es algún beneficio percibido para sí mismos. ¿Qué podría haber esperado
ganar Jesús al mentir sobre su identidad? El poder sería la respuesta más obvia. Si la gente
creía que él era Dios, él tendría un enorme poder. (Eso es por que muchos lideres antiguos,
tal como el del César, afirmaban un origen divino.)
El problema con esta explicación es que Jesús rechazó todos los intentos de moverlo a él en
la dirección del poder sentado, en vez de regañar a aquellos que abusaron de tal poder y
vivieron sus vidas persiguiéndolo. Él también escogió alcanzar a los relegados (prostitutas
y leprosos), aquellos sin poder, creando una red de gente cuya influencia era menos que
cero. En una manera que puede solo ser descrita como extraña, todo lo que Jesús hizo y dijo
se movió diametralmente en la otra dirección del poder.
Parece que si el poder fue la motivación de Jesús, él habría evitado la cruz a toda costa. Sin
embargo, en varias ocasiones, él dijo a sus discípulos que la cruz era su destino y misión.
¿Cómo podría morir en una cruz romana traerle a uno poder?
La muerte, por supuesto, trae todas las cosas en el enfoque adecuado. Y mientras muchos
mártires han muerto por una causa en la que ellos creían, pocos han estado dispuestos a
morir por una mentira conocida. Ciertamente toda esperanza para la propia ganancia
personal de Jesús habría terminado en la cruz. Aún, a su último aliento, él no renunciaría a
su afirmación de ser el único Hijo de Dios.
Un Legado
Por lo tanto si Jesús no iba a mentir para beneficio personal, quizás sus afirmaciones
radicales fueron falsificadas con el propósito de dejar un legado. Pero la posibilidad de ser
golpeado a una pulpa y clavado a una cruz humedecería rápidamente el entusiasmo de la
mayoría, que serían superestrellas.
Aquí hay otro hecho fascinante. Si Jesús estuvo hubiera simplemente dejado caer la
afirmación de ser el Hijo de Dios, él nunca habría sido condenado. Fue su afirmación de ser
Dios y su poca disposición de retractarse de ello que lo llevó a la crucifixión.
Si realzando su credibilidad y reputación histórica fue lo que motivó a Jesús a mentir, hay
que explicar cómo un carpintero de un pueblo pobre de Judea pudo anticipar estos eventos
que lanzarían su nombre a prominencia mundial. ¿Cómo sabría él que su mensaje
sobreviviría? Los discípulos de Jesús habían huido y Pedro lo había negado. No
exactamente la fórmula de lanzamiento de un legado religioso. ¿Los historiadores creen que Jesús mintió? Los estudiosos han escudriñado las palabras y
vida de Jesús para ver si hay alguna evidencia de un defecto en su carácter moral. De
hecho, incluso los más ardientes escépticos están atónitos por la moral y pureza ética de
Jesús. Uno de estos era el escéptico y antagonista John Stuart Mill (1806-73), el filósofo.
Mill escribió de Jesús,
“Sobre la vida y dichos de Jesús hay un sello personal de originalidad combinado
con profundidad de perspicacia en el primer rango de hombres de sublime genio
de los cuales nuestra especie puede jactarse. Cuando este preeminente genio es
combinado con las cualidades de probablemente el más grande reformador moral
y mártir de esa misión que jamás halla existido sobre la tierra, la religión no puede
decir haber hecho una mala elección escogiendo a este hombre como el
representante ideal y guía para la humanidad.”9
De acuerdo con el historiador Philip Schaff, no hay evidencia, ni en la historia de la iglesia
o en la historia secular, de que Jesús mintió acerca de nada. Schaff argumentó,:
“¿Cómo, en nombre de la lógica, sentido común, y experiencia, podría un mentiroso,
egoísta, un hombre depravado haber inventado, y continuamente mantenido desde el
principio hasta el fin, el más puro y noble carácter conocido en la historia con el más
perfecto aire de verdad y realidad?”10
Para ir con la opción de mentiroso parece nadar contra corriente ante todo lo que Jesús
enseñó, vivió, y por lo que murió. Para la mayoría de los estudiosos, simplemente no tiene
sentido. Sin embargo, para negar las afirmaciones de Jesús, uno debe llegar con alguna
explicación. Y si las afirmaciones de Jesús no son verdad, y él no estaba mintiendo, la
única opción restante es que él debió haber sido auto-engañado.
¿Era Jesús un Lunático?
Albert Schweitzer, quién fue galardonado con el Premio Nobel en 1952 por sus esfuerzos
humanitarios, tenía sus propias opiniones sobre Jesús. Schweitzer concluyó que la locura
estaba detrás de las afirmaciones de Jesús de ser Dios. En otras palabras, Jesús estaba
equivocado sobre sus afirmaciones pero no mintió intencionalmente. De acuerdo a esta
teoría, Jesús en realidad estaba engañado, creyendo que él era el Mesías.
C.S. Lewis consideró esta opinión cuidadosamente. Lewis dedujo la locura de las
afirmaciones de Jesús—si ellas no son verdad. Él dijo que alguien que afirmaba ser Dios no
sería un gran maestro moral.
“Él podría ser un lunático—al nivel de un hombre que dice que él es un huevo
hervido—o de lo contrario él sería el Diablo del Infierno.”11Incluso los más escépticos del cristianismo rara vez cuestionan la cordura de Jesús. El
reformador social William Channing (1780-1842), ciertamente no un cristiano, hizo la
siguiente observación sobre Jesús:
“El cargo de un extravagante, auto-engañado entusiasmo es lo último de lo que puede
ser atribuido a Jesús. ¿Dónde podemos encontrar rastros de ello en la historia? ¿Los
detectamos en la tranquila autoridad de Sus preceptos?”12
Si bien su propia vida fue llena de inmoralidad y escepticismo personal, el nombrado
filosofo francés Jean-Jacques Rousseau (1712-78) reconoció el carácter superior y la
presencia de juicio de Jesús:
“Cuando Platón describe su imaginario hombre recto, cargado con todos los castigos de
culpa, pero mereciendo la más alta recompensa de virtud, él describe exactamente el
personaje de Jesús. …Que presencia de juicio. …Si, si la vida y muerte de Sócrates son
aquellas de un filósofo, la vida y muerte de Jesús son aquellas de un Dios.”13
Schaff planteó la interrogación que debemos preguntarnos nosotros mismos:
“¿Es ese el intelecto—completamente sano y vigoroso, siempre listo y siempre serenoresponsable de un radical y más serio engaño en relación con su propio carácter y
misión?”14
Entonces, ¿Fue Jesús un mentiroso o un lunático, o fue el Hijo de Dios? ¿Podría haber
estado en lo correcto, Jefferson al etiquetar a Jesús de “solo un buen maestro moral”
mientras negándole su deidad? Interesantemente, la audiencia que escuchó a Jesús—ambos
creyentes y enemigos—nunca lo consideró como un simple maestro moral. Jesús produjo
tres efectos principales en la gente que lo conocían: odio, terror, o adoración.
Y hoy, 2000 años más tarde, Jesús sigue siendo la persona más polarizadora en nuestro
mundo. Aún no son su moralidad y ética, o legado que inflaman pasiones. El mensaje que
Jesús trajo al mundo fue que Dios nos hizo con un propósito—y ese propósito esta envuelto
en Su Hijo.
Las afirmaciones de Cristo Jesús nos obligan a escoger. Como Lewis declaró, no podemos
poner a Jesús en la categoría de ser solamente un gran líder religioso o un buen maestro
moral.
“Usted debe hacer una elección. O este hombre fue y es el Hijo de Dios: o bien un
loco o algo peor. Usted puede encerrarlo a Él como un tonto, usted puede
escupirle a Él y matarlo como a un demonio o usted puede caer a sus pies y
llamarlo Señor y Dios. Pero no nos permita venir con ninguna afirmación
condescendiente y sin sentido acerca de que es un gran maestro humano. Él no
nos dejo esa posibilidad abierta a nosotros. No era su intención.”15 Notas Finales.
 1. Citado in Josh McDowell, Evidence That Demands a Verdict, vol. 1 (Nashville:
Nelson, 1979), 127.
 2. Will Durant, The Story of Philosophy (New York: Washington Square, 1961), 428.
 3. Linda Kulman and Jay Tolson, “The Jesus Code,” U. S. News & World Report,
December 22, 2003, 1.
 4. Ravi Zacharias, Jesus among Other Gods (Nashville: Word, 2000), 89.
 5. Peter Kreeft and Ronald K. Tacelli, Handbook of Christian Apologetics (Downers
Grove, IL: InterVarsity, 1994), 150.
 6. Un deista es una persona que cree en un Dios no involucrado- una deidad que creo el
mundo y luego lo dejó caminar bajo leyes pre-establecidas. El Deismo era la moda entre
los intelectuales durante el tiempo de la independencia de Estados Unidos, y Jefferson
creyó en ella.
 7. Lewis, 52.
 8. Norman L. Geisler and Abdul Saleeb, Answering Islam (Grand Rapids, MI: Baker,
2003), 178–80.
 9. Citado en Josh McDowell, The New Evidence That Demands a Verdict (San
Bernardino, CA: Here’s Life, 1999), 159.
 10. Citado en McDowell, New Evidence, 160.
 11. Lewis, 52.
 12. Citado en McDowell, New Evidence, 161, 162.
 13. Citado en McDowell, New Evidence, 122, 129.
 14. Citado en McDowell, New Evidence, 162.
 15. Lewis, 52.

miércoles, 10 de abril de 2013


El ágape masónico
En primer lugar, y procurando que sea en pocas palabras, intentare decir como veo y siento yo que es esto de la masonería. Creo que, aún con cosas en las que no estoy de acuerdo, tenemos un método único de entender el mundo y de entendernos nosotros, el rito, que nos prepara para que entremos en un mundo diferente, esto es necesario para dejar de estar en el que llamamos mundo profano, nos predispone a concentrar nuestra atención en aquello para lo que estamos aquí, de manera que si no fuera este rito sería necesario otro que cumpliera con esa misma función. Aprovecho la ocasión para decir que quizás habría que quitar algunas referencias a temas que pertenecen mas a las creencias individuales y sustituirlas por otras mas acordes con nuestro sentir laico, pero que a pesar de todo insisto sería necesario.
Si analizamos cada una de las partes que tenemos nos daremos cuenta que todas son  necesarias, el silencio del aprendiz es fundamental en el camino que hemos elegido, es una situación que bien llevada nos conduce por el camino del entendimiento personal y mejora nuestra capacidad para aprender a escuchar atentamente lo que ocurre a nuestro alrededor, que gran cosa, escuchar a las personas, sin ruidos que perturben nuestro entendimiento. La lectura de planchas, el modo de intervenir, la manera de abrir los trabajos, etc. todo lo que hacemos, si estamos atentos, veremos que nos encamina a la construcción del edificio de la humanidad, sin partidismos, no por que los que estamos aquí no seamos partidistas, sino por que aprendemos a compartir con las otras personas lo que tienen que decirnos y aún no compartiendo no podemos hacer uso de nuestro desacuerdo con formas que no son convenientes a la convivencia, y digo convivencia, que es vivir en común, y no coexistencia.
Para no extenderme mas paso a una de las partes de la tenida, que como las demás posibilita esa convivencia de forma muy especial, me refiero al ágape fraternal, no está puesto ahí por una mente iluminada para solo comer, sabemos que la alimentación, aparte de una necesidad humana, no solo cumple la necesidad de nutrir, es también desde siempre una forma de socialización, en la alimentación está la base de los grandes cambios históricos, son hitos en el cambio de la humanidad, la caza, la agricultura, la elaboración de los alimentos, todo ello aparte de cumplir con una función de mantenimiento y desarrollo físico cumple con la función socializadora. El banquete es el lugar donde se reúnen las personas a compartir una de las cosas mas necesarias para la vida, la comida, tiempo que se dedica a conocer, hablar, compartir, fraternizar, participar, hermanar, congeniar, hacer buenas migas, conciliar, tomar parte de lo común, …..
No es el taller donde nos conocemos, allí trabajamos en lo que está determinado, es en el ágape donde fluye la conversación intrascendente y la trascendente, la broma y lo serio, mi yo y tu yo, allí sin el encorsetado del rito, damos lo que somos, discutimos como en la vida profana, aprendemos a compartir las diferencias, con respeto pero con despreocupación.
 Es una parte mas de la tenida y si somos capaces, haremos del ágape lugar de encuentro y amistad, ello nos hará sentir con mas fuerza la fraternidad, entender mejor los problemas de las personas, sus ilusiones, sus frustraciones, sus alegrías, …..
 Se comparten los alimentos al igual que se comparten los trabajos, y se hace en un ambiente distendido y festivo, circulan los alimentos al igual que circula la armonía, la energía en fraternidad. Cuando invitamos a comer alguien compartimos con amor esa comida, así lo tenemos que hacer nosotros, con amor, compartiendo lo que tenemos, en un acto simbólico, donde todos tenemos sitio como iguales.
Allí todos somos iguales, leí en algún sitio que antiguamente, en Inglaterra, al banquete solo se sentaban los de determinada clase social, en nuestra logia y nuestra orden eso seria impensable, hemos hecho de la igualdad norma común, así que rebajemos para esta realidad y parte importante de poder llevarla a cobo es en el ágape.

martes, 26 de marzo de 2013

EL COJO DE CALANDA

EL COJO DE CALANDA:
 ¿Existen o no existen los milagros? Como todos los temas que nos rodean existiran quienes crean y quienes no pero hay momentos en que todo puede ir al traste con la ciencia y con todo lo que la lógica enseña, tal es el caso de Miguel Juan Pellicer.
Nuestro protagonista nació en Calanda (Teruel) en Marzo de 1617 en una humilde familia de labradores y a los 19 años se traslada a Castellón, a casa de un tío suyo. Según la narración, llevando un día de finales de julio de 1637, un carro cargado de trigo y tirado por dos mulas, sobre una de las cuales cabalgaba Miguel Juan, cayó éste a tierra, pasándole una rueda del carro sobre su pierna derecha y fracturándole la tibia en su parte central.

Es trasladado a Valencia e ingresa en el Hospital Real el día 3 de agosto de 1.637, según consta en el Libro de Registro, que aún se conserva. En este hospital sólo permanece cinco días, ya que añora sus tierras por lo que solicita permiso para trasladarse a Zaragoza, y después de casi dos meses de un tortuoso viaje llega a su destino a primeros de octubre de 1637
La primera visita que realiza en Zaragoza, nada más llegar, es al Templo de Nuestra Señora del Pilar de la cual es muy devoto. Y a continuación es ingresado en el Hospital General de Nuestra Señora de Gracia, allí le atiende el cirujano Juan de Estanga, a la sazón Catedrático de medicina de la Universidad de Zaragoza. Viendo el lamentable estado de la pierna de Pellicer -que se encontraba ya en estado gangrenoso-, y tras consultar con los cirujanos Miguel Beltrán y Diego Millaruelo, decide amputarle la extremidad unos cuatro centímetros por debajo de la rodilla. Dicha pierna fue enterrada por un practicante en el cementerio del hospital, dentro de un hoyo “como un palmo de hondo”. Se le dió de alta en el hospital, se le colocó una pierna de madera y se le proporcionó una muleta en la primavera de 1638.

Para sobrevivir hubo de recurrir a la limosna en una de las puertas del Templo del Pilar lo que aprovechaba para oir misa todos los días en la Santa Capilla, a la vez que se ungía con aceite de las lámparas el muñón de la pierna para intentar suavizar el dolor.

Esta vida de Miguel Juan duró unos dos años, ya que decidió volver a su casa de Calanda.

En la primera semana de marzo de 1640 inicia su viaje de retorno a Calanda, llegando el 29 de marzo de 1640. Después de una dura jornada de trabajo en su casa, al llegar la noche, y habiéndole preparado su madre una yacija improvisada con un serón de esparto y sobre él un pellejo, al lado del lecho conyugal, debido a que su habitación la empleaba un soldado que se alojaba en su casa, se duerme. Eran aproximadamente las diez de la noche cuando según relatan, que entre las diez y media y las once de la noche entran sus padres en la habitación “a luz de candil”, y perciben una “fragancia y olor suave no acostubrados allí”, y al acercarse su madre para comprobar como se había acomodado Miguel Juan en el lecho improvisado de aquella noche, lo encuentra durmiendo, pero, según la leyenda local, ve admirada que por debajo de la capa paterna asomaban no uno sino los dos pies cruzados. Sus padres lo despertaron del profundo sopor en que se encontraba, ya en los primeros momentos, a la luz del candil logran observar la persistencia de viejas cicatrices de la “pierna amputada” las cuales eran la de la carreta al pasar por encima, una de un grano mal curado y otra de un perro que le había mordido, como al momento del accidente el joven aún no había completado su desarrollo la pierna era un poco más corta que la otra por lo que se le conoció como el cojo de Calanda debieron pasar 2 meses antes que estuviese completamente normal.



El día 2 de abril, cinco días después D. Miguel Andreu notario de Mazaleón, levanta acta notarial de “tan impresionante hecho”. El original de esta Acta con todo el protocolo del año 1640, se conserva en el Archivo del Ayuntamiento de Zaragoza, el 25 de abril Miguel Juan y sus padres llegan a Zaragoza para dar gracias a la Virgen del Pilar. El Cabildo de Zaragoza remitió al Conde-Duque de Olivares la información del hecho para que, a su vez, la pusiera en conocimiento del Rey Felipe IV. Declaran en dicho proceso: Facultativos y sanitarios (5 personas), entre ellos el cirujano que le amputó la pierna, familiares y vecinos (5 personas), autoridades locales (4 personas), autoridades eclesiásticas (4 personas), personajes diversos (6 personas, destacando a dos mesoneros de Samper de Calanda y de Zaragoza)
A finales del siglo XVII comienza la construcción en Calanda de un templo, ubicado en la casa en donde se ubicara la habitación del joven y dedicado a la Vírgen del Pilar, a quien se le atribuye el milagro.
Lo que hace más sobresaliente el hecho es la gran cantidad de documentación histórica que le respalda al igual que la cantidad de testigos del hecho personas de las poblaciones donde estuvo Miguel y que le vieron antes y después del milagro.

Creer o no creer ya es cuestión de cada uno, como todo este hecho tiene sus opositores pero es díficil que no exista por lo menos el beneficio de la duda cuando son tantos personajes y de tan diversos estatus los que dan fe del suceso.
FUENTES: //es.wikipedia.org
//usuarios.lycos.es
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martes, 5 de marzo de 2013

Las dos columnas



Entro al templo y miro
dos columnas portentosas
hechas por Hiram de Tiro
de misterios ostentosas.

Extasiado las contemplo
Sus lirios, emblema de pureza
en el pórtico del templo
resaltan su belleza.

Tienen dos hileras de granadas
Las columnas del frontispicio
Son las manos enlazadas
hermanos luchan contra el vicio.

El ser es verdad
ser virtuoso es ser feliz
lo humano es realidad
ésto lo sabe el aprendiz.

Hiram, armado de paciencia
actuando siempre en rectitud
erigió una columna de la ciencia
la otra representa la virtud.

Las dudas evita la ciencia
de cadenas nos libera la virtud
busquemos nuestra esencia
cambiando de actitud.

Unir la ciencia y la virtud
ese sea nuestro proyecto
querer volar a plenitud
anhelando lo perfecto.

El esfuerzo y la visión
de Salomón y su sabiduría
dominará toda pasión
¡llegará el grandioso día!

miércoles, 20 de febrero de 2013

LOS SECRETOS DEL TEMPLO INTERNO °

Cada símbolo tiene siete significados o siete interpretaciones. Ya explicamos dos, en las dos anteriores Iniciaciones: la del Grado de Aprendiz y la del Grado de Maestro Secreto. Ahora nos corresponde alzar el tercer velo de los Misterios, o de la Tercera Iniciación, que pertenece al Grado de Maestro Elegido de los Nueve. En cada Grado de la Masonería fluyen ciertas corrientes etéricas a través o alrededor de la columna vertebral de cada iniciado. En la espina dorsal se encuentran tres conductos llamados simpático, vago y central, los cuales corresponden a lo que los Yoguis llaman: Ida, Pingala y Sushumña. Ida y Pingala tienen sus lados izquierdo y derecho respectivamente, y son el sostenido y bemol de la nota Fa de la naturaleza humana que, cuando vibran debidamente despiertas, producen, en ambos lados, vibraciones que subyugan lo inferior por medio de lo superior. Los dos aires o vibraciones vitales que pasan por el simpático y por el vago provienen de la comente etérica pura que atraviesa el conducto central; cada una tiene una senda particular y convierte la libre corriente espiritual del conducto central en dos vibraciones semimateriales: la positiva y la negativa.

Uno de los objetivos del plan de la Masonería es el de estimular en el cuerpo humano la actividad de estas fuerzas a fin de apresurar la evolución. En la primera Iniciación del Primer Grado, Ida o el conducto izquierdo, el aspecto femenino en el hombre, se despierta y otorga al candidato la fuerza para dominar sus pasiones y emociones. En el Segundo Grado, se desenvuelve Pingala o el aspecto masculino, el cual otorga el dominio de la mente. En el Tercer Grado de Maestro se despierta la energía central y se da paso a la influencia superior del Espíritu, para que ascienda nuevamente hacia el cerebro.

El estímulo de estos nervios y fuerzas que fluyen por ellos es tan sólo una pequeña parte del beneficio otorgado por el Maestro cuando blande la espada en el momento de la admisión. Ascender masónicamente Grado tras Grado es semejante, ni más ni menos, a la ordenación eclesiástica de los sacerdotes. Los efectos son reales e infalibles en cuanto a sus resultados en la vida espiritual; a pesar de esto, dependen totalmente de la propia voluntad del candidato, y por eso se ha dicho que "El hábito no hace al monje". Y también, como dijo Ward: "El beneficio espiritual que un individuo recibe de la Masonería es exactamente proporcional a su deseo y capacidad para comprender su significado interno".

El Primer Grado de Aprendiz corresponde al de Subdiácono de la Iglesia. En este Grado, el Aspirante debe dominar los tres planos de su naturaleza, o sea, el cuerpo físico con sus impulsos, el plano astral con sus emociones y deseos violentos, y el plano mental con sus divagaciones e inestabilidades, para que se sometan y obedezcan al Yo Superior, se conviertan en instrumento positivo valioso, de adiestramiento, y útil para ponerse a su servicio. Este es el trabajo del Primer Grado o de autodesarrollo. El Segundo Grado corresponde al de Diácono. El compañero debe convertir su cuerpo de deseos en un instrumento perfecto para expresar la emoción superior y, al mismo tiempo, para tratar de dominar su cuerpo mental. El Grado de Maestro Masón equivale al de Sacerdote, o el ser que puede manejar a voluntad los poderes que le fueron otorgados. El Cuarto Grado es el del Obispo, quien sostiene en su mano el báculo magnetizado. Es el Maestro que está en condiciones de poder dar esa energía, conferir Grados elevados y bendecir con mayor eficacia que un Sacerdote.

Todos los masones de Grados altos tienen en sus manos poder para dar la bendición en Su Nombre (en nombre del G.A.D.U. Gran Arquitecto del Universo). Sin embargo, lamentablemente, son muy pocos los masones modernos que perciben la santidad de su oficio y la grave obligación de emplear sus poderes para ponerlos al servicio del mundo.

Aquí debemos aclarar que, si el aprendiz, el compañero o el Maestro no practicara ni se familiarizara con las enseñanzas contenidas en los Grados anteriores, no podrá entender la explicación del tercer significado del símbolo. Por esto fue necesario dividir las enseñanzas masónicas en Grados, facilitando de esta manera el paulatino y gradual estudio y práctica hasta llegar a comprender el espíritu recóndito de la intuición. Ahora ya podemos continuar con nuestro trabajo consistente en seguir alzando el tercer velo del Misterio.

En ciertas Logias se perdió el sentido de orientación. La Logia debe acatar la Ley de la Magnetización a fin de orientar debidamente. Entre el ecuador y los polos de la Tierra hay una constante corriente de fuerzas en ambas direcciones, mientras otra corriente se desplaza en sentido perpendicular, el cual se mueve alrededor de la Tierra y en la misma dirección. Como veremos, ambas corrientes se utilizan en los trabajos de la Logia al alzarse el tercer velo de las ceremonias. La Ciencia ya comprobó que, para lograr un sueño tranquilo, el ser humano debe dormir con la cabeza vuelta hacia el norte porque el magnetismo llega nosotros desde esa dirección. Como ya se explicó, la Logia es la representación del cuerpo humano, y se la debe orientar adecuadamente para que reciba mejor las influencias cósmicas.

El Pabellón Celeste de la Logia, con sus diversos colores, señala un tercer significado porque la bóveda celeste es azul, no de varios colores, salvo durante la aurora y el ocaso. El verdadero Pabellón Celestial es el aura del hombre. Es la resplandeciente vestidura del Iniciado, según el Himno Gnóstico. Es el cuerpo glorioso del alma humana en el mundo sutil invisible.

Se considera que el Altar Masónico es la representación de los dos altares antiguos: el de los sacrificios y el del incienso (léase "Esta es la Masonería, Primer Grado". Desde este altar se eleva el Gran Yo Soy, el agradable incienso de amor, consuelo y verdad fraterna, mientras que sobre el permanecen indómitos los apetitos y las pasiones desenfrenadas del hombre. En muchas Logias queman incienso sobre el altar, y también encienden en é1, o cerca de el, una lucecita con un tubo de cristal, de color rubí, el cual simboliza el reflejo del Fuego Creador en la materia y guarda exacta correspondencia con lámpara que arde constantemente en las iglesias católicas ante el sagrario que guarda la Hostia.

Las tres columnas del Templo significan la Trinidad del Absoluto: Padre, Hijo y El Absoluto, en quién existen todos los seres y cosas. Sin embargo, en aspectos o manifestaciones separadas, el Espíritu Santo (Madre-Materia) es el Hacedor o Constructor del mundo externo, es el Hijo y la Vida en todos los seres: "La Luz que ilumina a todo hombre que viene a este mundo". Todo objeto material es parte de Dios espíritu Santo (o Madre-Materia, porque antiguamente la palabra espíritu Santo era femenina en arameo, y se la masculinizó en los idiomas latinos), mientras que cada vida forma parte de la Consciencia de Dios Hijo, o Logos Solar manifestado. La gloria invisible y la felicidad inefable del Padre permanece invisible detrás de los dos últimos aspectos.

El Espíritu Santo es trino, y su Trinidad consiste en Sabiduría, Fuerza y Belleza. La Sabiduría se halla en el plano del Divino Arquitecto. La Fuerza es la Energía con la cual Dios Espíritu Santo constituyó todas las cosas, y la Belleza es la expresión de Dios que aparece en todas las cosas... Éstas son las tres partes de todo el mundo objetivo, las cuales constituyen el edificio de la Logia y el cuerpo del hombre en el que la vida cumple su papel.

Todos los seres vivos que pueblan este mundo muestran, en diversos grados, la Luz de la Vida y Consciencia Divina. Todos son partes de Dios Hijo, del Cristo, del Redentor, de la Vida crucificada en la materia. El Cristo también es trino: Voluntad Espiritual, Amor Intuitivo e Inteligencia Superior: Amor, Voluntad y Pensamiento.

El Venerable Maestro representa la Voluntad Divina del Cristo que dirige la obra de perfeccionamiento del hombre; el Primer Vigilante representa el Amor Divino del Cristo; y el Segundo Vigilante, el Pensamiento Divino. Las Joyas de estos Oficiales simbolizan respectivamente: voluntad, amor y pensamiento. También observamos que, cuando el Segundo Vigilante baja su pequeña columna y el Primer Vigilante levanta la suya, esto indica que vamos a interesarnos en la vida, a trabajar en lo relacionado con la consciencia del hombre, y en lo que atañe a asuntos materiales: a edificar el Templo del Hombre, no un templo para el hombre. Las tres columnas representan las tres cualidades de la Logia material. A su vez, los tres dignatarios principales simbolizan las tres cualidades de la consciencia o vida.

Entonces el hombre es una consciencia espiritual trina, vestida con una personalidad cuaternaria que consta de cuerpo físico, cuerpo etérico o contraparte del físico, cuerpo de deseos o emocional, y cuerpo mental. Los dos últimos constituyen su archivo privado y museo de emociones y pensamientos personales. A fin de profundizar más, debemos leer "Esta es la Masonería. Primer Grado"

No hay vida sin materia ni materia sin vida. El espíritu no puede tener existencia sin materia, ni la materia puede existir sin el espíritu. Por consiguiente:

Dios Padre - Espíritu
Dios Madre (Espíritu Santo) - Materia
Dios Hijo - l hombre es la imagen de Dios como expresión o continuación del mismo Dios, porque es la luz que transporta la imagen, y en la medida en que el hombre es capaz de recibir y reflejar esta luz, es parte consustancial de ella y se identifica con Dios.
La Estrella de seis puntas significa la unidad del espíritu y la materia, de Dios manifestado en su Universo.

La Estrella de cinco puntas, en el Oriente del Templo, es el símbolo del hombre perfecto, de Dios manifestado en el hombre, no en el Universo en su conjunto. (Significa: "Sed perfectos como es perfecto vuestro Padre que está en los Cielos".)

La Estrella de siete puntas significa:
Las siete direcciones que conducen hacia la unión con la Vida Divina
Las siete vías de perfección;
Los siete rayos de Dios que colman el Universo con la Luz de Dios
Los siete Espíritus ante el Trono del Señor, quienes manejan las divisiones planetarias
Los siete poderes que el Mago adquiere durante su evolución
Los siete centros o fuerzas que reciben y emanan la energía vital, y que se radican en el cuerpo humano
Las siete dignidades que perfeccionan y completan la Logia, y representan los siete cuerpos o siete estados planetarios; y
Los siete poderes que el Mago adquiere de las vibraciones, o siete cualidades que el mundo científico conoce como mente, memoria, y canalizacion.
MIS ELFOS.

¿Conocen elfos? 

Los elfos son criaturas de la mitología nórdica y germánica que originalmente se trataban de una raza menor de dioses de la fertilidad y representados como hombres jóvenes y mujeres de gran belleza que viven en bosques, cuevas o fuentes. Se les consideraba como seres de larga vida o inmortales y con poderes mágicos. A pesar de sus orígenes y raíces nórdicas, también pueden ser comparados con las Hadas y otros seres de la cultura Celta. Pero, yo sé que también hay por aquí...

Los elfos son un gran enigma ; ya que dentro de sus leyendas, los elfos se desenvuelven casi al margen de los relatos; como los ecos de un mágico pasado que ha caído en desgracia. Afortunadamente para nosotros, el mito de los elfos jamás perdió del todo su antiguo esplendor: cedieron terreno ante otros seres mágicos, es cierto, pero sus sombras aún pueden sentirse como un susurro detrás del mito.

Nuestra visión sobre los Elfos ha cambiado enormemente en el último siglo; en gran medida esto se debió a la monumental obra de Tolkien, quien devolvió a los elfos parte de su antigua nobleza. Otro autor a quien debemos cierto homenaje es a Lord Dunsany, fantástico escritor del siglo XIX, en cuyas páginas abunda el esplendor élfico envuelto en la más honda melancolía. A los que hayan disfrutado "El Señor de los Anillos" les recomiendo la que es probablemente la mejor novela sobre elfos escrita por Dunsany; "The king of elflands daughter" (la hija del rey del país de los elfos).

Llamados alf o alfa en islandés, elfor o ellefolk en escandinavia, elfvar en Suecia; elv para los daneses, alfvar, alf, alfar o alfr para los germanos; aelpen y aelf para los anglosajones. Todos estas nombres tienen sus cimientos en la raíz indoeuropea albho, "blanco, brillante, resplandeciente", aunque otros afirman que proviene de la voz nórdica "evele", con la que se denominaba a los hombres de rasgos delicados. Este punto es cuestionable, ya que este término es posterior a los primeros relatos conocidos sobre los elfos. Igual, cada cual tiene sus elfos y con nombre propio.

Pues mi casa, mi auto, y sobre todo, mi heladera, están llenas de elfos. Son tremendos: anoche hice un flan y hoy, cuando me iba a servir un trozo…había desaparecido! También había logrado un poco de orden en mi escritorio y no intenten imaginar el desastre desde donde les escribo. Lo peor: han dejado un desparramo de tazas y vasos en la cocina, sin lavar, sin secar y sin guardar…Ah! Las toallas de mi baño están húmedas y en el piso! Y no sé qué ha pasado esta mañana en mi ausencia, pero hay mucha ropa fuera de los placares…es que hubo viento hoy, creo.

En fin…no me enojan, nunca me enojan.

Me cantan alegres cuando entro en éste, mi mundo, mi hogar, Sonríen, me despeinan, juegan, preparan chocolatadas con bizcochos, huelen a césped y tierra, traen las zapatillas sucias de sembrar y un puñado de anécdotas para contar en el bolsillo ¿Qué importa que sean desordenados con la vajilla? Son sabios para construir prolija la alegría.

Mis elfos son los bichitos de luz de la vida. Hacen cosquillas en el alma.
          MUY INTERESANTE ESTE CONTENIDO.

martes, 19 de febrero de 2013


"SIMON BOLIVAR"

Simón Bolívar y la Masonería

Monografias.com
"EL LIBERTADOR"
Monografias.com
"LEYENDA"
Según los historiadores Julio Mancini el Marqués de Villa Urrutia y Américo Carnicelli, el Libertador Bolívar, se inició en la masonería en 1803, en la Logia "Lautaro", que funcionaba en Cádiz, España, donde también se iniciaron José de San Martín, Bernardo O'Higgins, José Miguel Carrera, Juan Martínez de Rosas, Gregorio Argomedo, Juan Antonio Rojas, José Marra Zapiola, Carlos Marra de Alvear, Bernardo Monteagudo y Mariano Moreno, todos ellos próceres de la Independencia.
Estos tres historiadores coinciden en afirmar que el año de la iniciación masónica del Libertador Bolívar, fue 1803. Otro historiador, el español Urrutia, señala la misma fecha, pero sostiene que la Logia no se llamaba "Lautaro", sino "Caballeros Racionales".
En Cádiz, había en 1803, dos logias masónicas: "Lautaro" y "Caballeros Racionales". La confusión viene por las visitas que solÍa hacer Bolívar a la segunda de las nombradas.
La Logia "Lautaro", fue fundada en 1800 por inspiración de Francisco de Miranda, quien residía en Londres, haciendo planes para una expedición libertadora a Venezuela. Dicen que sugirió ese nombre en homenaje al caudillo araucano, que venció al conquistador Valdivia en 1554, en Tucapel (Chile).
A pesar de que Miranda nunca estuvo en la Logia "Lautaro" de Cádiz, porque su cabeza fue puesta a precio por los españoles, desde Londres a través de amigos que viajaban a la Península Ibérica, mandaba cartas y de ese modo mantenía contacto con dicho centro masónico. Más tarde, José de San Martín, fundó en Buenos Aires, Argentina, otra Logia "Lautaro", en recuerdo de la sociedad secreta de Cádiz. Después hizo lo mismo en Santiago de Chile y Lima, donde las Logias "Lautaro" fueron semillero de patriotas en la lucha por la independencia.
Monografias.com
PROCERES MASONES VENEZOLANOS
El Precursor Francisco de Miranda , Libertador Simón Bolívar , Simón Rodríguez, José María España, Manuel Gual, José Cortés Madariaga, José Félix Blanco, Andrés Bello, Juan Germán Roscio, José Antonio Páez, Carlos Soublette, Rafael Urdaneta, Santiago Mariño, José Francisco Bermúdez, Juan Bautista Arismendi ,Diego Bautista Urbaneja, Antonio Ricaurte, José Félix Ribas, Antonio José de Sucre, Daniel Florencio O'Leary, Gregorio Mac Gregor, José María Vargas, Santos Michelena, Antonio Leocadio Guzmán, José Laurencio Silva, Francisco Aranda, José Austria, José Tadeo Monagas, Pedro Gual, José Gregorio Monagas, Juan Manuel de Cajigal, Juan Vicente González, Juan Crisóstomo Falcón, Juan Bautista Dalla Costa, Laureano Villanueva, Lisandro Alvarado, Antonio Guzmán Blanco, Juan Antonio Pérez Bonalde, Rufino Blanco Fombona, Andrés Eloy Blanco.


viernes, 15 de febrero de 2013


El misterio de Fátima.
 

Existen seres de Luz adimensionales que utilizan nuestras cadenas (dogmas, creencias) para que nuestra limitada capacidad pueda entender el mensaje final que siempre nos advierten para el bien de la humanidad. Sin embargo, no debemos olvidar que hay "otros" que su propósito no es exactamente ese.

Para no dificultar la lectura en las diversas referencias al Ser de Luz que intervino como “la Virgen” en la trama, le seguiremos llamando “Virgen”, “Madre de Dios” o “Señora”, a pesar de que en realidad estos de seres se encuentren más allá de nuestra comprensión y de cualquier nombre o descripción mental que podamos realizar.

En 1917, en el momento de las apariciones, Fátima era una ciudad desconocida de 2.500 habitantes, situada a 800 metros de altura y a 130 kilómetros al norte de Lisboa, casi en el centro de Portugal. Hoy Fátima es famosa en todo el mundo y su santuario lo visitan innumerables devotos.

Allí, la Virgen se manifestó a niños de corta edad: Lucía, de diez años, aún viva; Francisco, su primo, de nueve años, un jovencito tranquilo y reflexivo, y Jacinta, hermana menor de Francisco, muy vivaz y afectuosa. Tres niños campesinos muy normales, que no sabían ni leer ni escribir, acostumbrados a llevar a pastar a las ovejas todos los días. Niños buenos, equilibrados, serenos, valientes, con familias atentas y premurosas.
Los tres habían recibido en casa una primera instrucción religiosa, pero sólo Lucía había hecho ya la primera comunión.

Las apariciones estuvieron precedidas por un "preludio angélico": un episodio amable, ciertamente destinado a preparar a los pequeños para lo que vendría.

Lucía misma, en el libro Lucia racconta Fátima (Editrice Queriniana, Brescia 1977 y 1987) ha relatado el orden de los hechos, que al comienzo sólo la tuvieron a ella como testigo. Era la primavera de 1915, dos años antes de las apariciones, y Lucía estaba en el campo junto a tres amigas. Y esta fue la primera manifestación del ángel...

Sería más o menos mediodía, cuando estábamos tomando la merienda. Luego, invité a mis compañeras a recitar conmigo el rosario, cosa que aceptaron gustosas. Habíamos apenas comenzado, cuando vimos ante nosotros, como suspendida en el aire, sobre el bosque, una figura, como una estatua de nieve, que los rayos del sol hacían un poco transparente. "¿Qué es eso?", preguntaron mis compañeras, un poco atemorizadas. "No lo sé". Continuamos nuestra oración, siempre con los ojos fijos en aquella figura, que desapareció justo cuando terminábamos (ibíd., p. 45).

El hecho se repitió tres veces, siempre, más o menos, en los mismos términos, entre 1915 y 1916.

Llegó 1917, y Francisco y Jacinta obtuvieron de sus padres el permiso de llevar también ellos ovejas a pastar; así cada mañana los tres primos se encontraban con su pequeño rebaño y pasaban el día juntos en campo abierto. Una mañana fueron sorprendidos por una ligera lluvia, y para no mojarse se refugiaron en una gruta que se encontraba en medio de un olivar. Allí comieron, recitaron el rosario y se quedaron a jugar hasta que salió de nuevo el sol. Con las palabras de Lucía, los hechos sucedieron así:

... Entonces un viento fuerte sacudió los árboles y nos hizo levantar los ojos... Vimos entonces que sobre el olivar venía hacia nosotros aquella figura de la que ya he hablado. Jacinta y Francisco no la habían visto nunca y yo no les había hablado de ella. A medida que se acercaba, podíamos ver sus rasgos: era un joven de catorce o quince años, más blanco que si fuera de nieve, el sol lo hacía transparente como de cristal, y era de una gran belleza. Al llegar junto a nosotros dijo: "No tengan miedo. Soy el ángel de la paz. Oren conmigo". Y arrodillado en la tierra, inclinó la cabeza hasta el suelo y nos hizo repetir tres veces estas palabras: "Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman". Luego, levantándose, dijo: "Oren así. Los corazones de Jesús y María están atentos a la voz de sus súplicas". Sus palabras se grabaron de tal manera en nuestro espíritu, que jamás las olvidamos y, desde entonces, pasábamos largos períodos de tiempo prosternados, repitiéndolas hasta el cansancio (ibíd, p. 47).
En el prefacio al libro de Lucía, el padre Antonio María Martins anota con mucha razón que la oración del ángel "es de una densidad teológica tal" que no pudo haber sido inventada por unos niños carentes de instrucción. "Ha sido ciertamente enseñada por un mensajero del Altísimo", continúa el estudioso. "Expresa actos de fe, adoración, esperanza y amor a Dios Uno y Trino".

Durante el verano el ángel se presentó una vez más a los niños, invitándolos a ofrecer sacrificios al Señor por la conversión de los pecadores y explicándoles que era el ángel custodio de su patria, Portugal.

Pasó el tiempo y los tres niños fueron de nuevo a orar a la gruta donde por primera vez habían visto al ángel. De rodillas, con la cara hacia la tierra, los pequeños repiten la oración que se les enseñó, cuando sucede algo que llama su atención: una luz desconocida brilla sobre ellos. Lucía lo cuenta así:

Nos levantamos para ver qué sucedía, y vimos al ángel, que tenía en la mano izquierda un cáliz, sobre el que estaba suspendida la hostia, de la que caían algunas gotas de sangre adentro del cáliz.

El ángel dejó suspendido el cáliz en el aire, se acercó a nosotros y nos hizo repetir tres veces: "Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te ofrezco el preciosísimo cuerpo, sangre, alma y divinidad de Jesucristo...". Luego se levantó, tomó en sus manos el cáliz y la hostia; me dio la hostia santa y el cáliz lo repartió entre Jacinta y Francisco... (ibíd., p. 48).

El ángel no volvió más: su tarea había sido evidentemente la de preparar a los niños para los hechos grandiosos que les esperaban y que tuvieron inicio en la primavera de 1917, cuarto año de la guerra, que vio también la revolución bolchevique.

El 13 de mayo era domingo anterior a la Ascensión. Lucía, Jacinta y Francisco habían ido con sus padres a misa, luego habían reunido sus ovejas y se habían dirigido a Cova da Iria, un pequeño valle a casi tres kilómetros de Fátima, donde los padres de Lucía tenían un cortijo con algunas encinas y olivos.
Aquí, mientras jugaban, fueron asustados por un rayo que surcó el cielo azul: temiendo que estallara un temporal, decidieron volver, pero en el camino de regreso, otro rayo los sorprendió, aún más fulgurante que el primero. Dice Lucía:

A los pocos pasos, vimos sobre una encina a una Señora, toda vestida de blanco, más brillante que el sol, que irradiaba una luz más clara e intensa que la de un vaso de cristal lleno de agua cristalina, atravesada por los rayos del sol más ardiente. Sorprendidos por la aparición, nos detuvimos. Estábamos tan cerca que nos vimos dentro de la luz que la rodeaba o que ella difundía. Tal vez a un metro o medio de distancia, más o menos... (ibíd., p. 118).

La Señora habló con voz amable y pidió a los niños que no tuvieran miedo, porque no les haría ningún daño. Luego los invitó a venir al mismo sitio durante seis meses consecutivos, el día 13 a la misma hora, y antes de desaparecer elevándose hacia Oriente añadió: "Reciten la corona todos los días para obtener la paz del mundo y el fin de la guerra".

Los tres habían visto a la Señora, pero sólo Lucía había hablado con ella; Jacinta había escuchado todo, pero Francisco había oído sólo la voz de Lucía.
Lucía precisó después que las apariciones de la Virgen no infundían miedo o temor, sino sólo "sorpresa": se habían asustado más con la visión del ángel.

En casa, naturalmente, no les creyeron y, al contrario, fueron tomados por mentirosos; así que prefirieron no hablar más de lo que habían visto y esperaron con ansia, pero con el corazón lleno de alegría, que llegara el 13 de junio.

Ese día los pequeños llegaron a la encina acompañados de una cincuentena de curiosos. La aparición se repitió y la Señora renovó la invitación a volver al mes siguiente y a orar mucho. Les anunció que se llevaría pronto al cielo a Jacinta y Francisco, mientras Lucía se quedaría para hacer conocer y amar su Corazón Inmaculado. A Lucía, que le preguntaba si de verdad se quedaría sola, la Virgen respondió: "No te desanimes. Yo nunca te dejaré. Mi Corazón Inmaculado será tu refugio y el camino que te conducirá hasta Dios". Luego añade Lucía en su libro:

En el instante en que dijo estas últimas palabras, abrió las manos y nos comunicó el reflejo de aquella luz inmensa. En ella nos veíamos como inmersos en Dios. Jacinta y Francisco parecían estar en la parte de la luz que se elevaba al cielo y yo en la que se difundía sobre la tierra. En la palma de la mano derecha de la Virgen había un corazón rodeado de espinas, que parecían clavarse en él. Comprendimos que era el Corazón Inmaculado de María, ultrajado por los pecados de la humanidad, y que pedía reparación (ibíd., p. 121).
Cuando la Virgen desapareció hacia Oriente, todos los presentes notaron que las hojas de las encinas se habían doblado en esa dirección; también habían visto el reflejo de la luz que irradiaba la Virgen sobre el rostro de los videntes y cómo los transfiguraba.

El hecho no pudo ser ignorado: en el pueblo no se hablaba de otra cosa, naturalmente, con una mezcla de maravilla e incredulidad.

La mañana del 13 de julio, cuando los tres niños llegaron a Cova da Iria, encontraron que los esperaban al menos dos mil personas. La Virgen se apareció a mediodía y repitió su invitación a la penitencia y a la oración. Solicitada por sus padres, Lucía tuvo el valor de preguntarle a la Señora quién era; y se atrevió a pedirle que hiciera un milagro que todos pudieran ver. Y la Señora prometió que en octubre diría quién era y lo que quería y añadió que haría un milagro que todos pudieran ver y que los haría creer.

Antes de alejarse, la Virgen mostró a los niños los horrores del infierno (esto, sin embargo, se supo muchos años después, en 1941, cuando Lucía, por orden de sus superiores escribió las memorias recogidas en el libro ya citado. En ese momento, Lucía y sus primos no hablaron de esta visión en cuanto hacía parte de los secretos confiados a ellos por la Virgen, cuya tercera parte aún se ignora) y dijo que la guerra estaba por terminar, pero que si los hombres no llegaban a ofender a Dios, bajo el pontificado de Pío XII estallaría una peor.

Cuando vean una noche iluminada por una luz desconocida, sabrán que es el gran signo que Dios les da de que está por castigar al mundo a causa de sus crímenes, por medio de la guerra, del hambre y de la persecución a la Iglesia y al Santo Padre. Para impedirla, quiero pedirles la consagración de Rusia a mi Corazón Inmaculado y la comunión reparadora los primeros sábados. Si cumplen mi petición, Rusia se convertirá y vendrá la paz. Si no, se difundirán en el mundo sus horrores, provocando guerras y persecuciones a la Iglesia... Al final, mi Corazón Inmaculado triunfará. El Santo Padre me consagrará Rusia, que se convertirá, y se le concederá al mundo un período de paz... (ibíd., p. 122).

Después de esta aparición, Lucía fue interrogada de modo muy severo por el alcalde, pero no reveló a ninguno los secretos confiados por la Virgen.

El 13 de agosto, la multitud en Cova era innumerable: los niños, sin embargo, no llegaron. A mediodía en punto, sobre la encina, todos pudieron ver el relámpago y la pequeña nube luminosa. ¡La Virgen no había faltado a su cita! ¿Qué había sucedido? Los tres pastorcitos habían sido retenidos lejos del lugar de las apariciones por el alcalde, que con el pretexto de acercarlos en auto, los había llevado a otro lado, a la casa comunal, y los había amenazado con tenerlos prisioneros si no le revelaban el secreto. Ellos callaron, y permanecieron encerrados. Al día siguiente hubo un interrogatorio con todas las de la ley, y con otras amenazas, pero todo fue inútil, los niños no abandonaron su silencio.

Finalmente liberados, los tres pequeños fueron con sus ovejas a Cova da Iria el 19 de agosto, cuando, de repente, la luz del día disminuyó, oyeron el relámpago y la Virgen apareció: pidió a los niños que recitaran el rosario y se sacrificaran para redimir a los pecadores. Pidió también que se construyera una capilla en el lugar.

Los tres pequeños videntes, profundamente golpeados por la aparición de la Virgen, cambiaron gradualmente de carácter: no más juegos, sino oración y ayuno. Además, para ofrecer un sacrificio al Señor se prepararon con un cordel tres cilicios rudimentarios, que llevaban debajo de los vestidos y los hacían sufrir mucho. Pero estaban felices, porque ofrecían sus sufrimientos por la conversión de los pecadores.

El 13 de septiembre, Cova estaba atestada de personas arrodilladas en oración: más de veinte mil. A mediodía el sol se veló y la Virgen se apareció acompañada de un globo luminoso: invitó a los niños a orar, a no dormir con los cilicios, y repitió que en octubre se daría un milagro. Todos vieron que una nube cándida cubría a la encina y a los videntes. Luego reapareció el globo y la Virgen desapareció hacia Oriente, acompañada de una lluvia, vista por todos, de pétalos blancos que se desvanecieron antes de tocar tierra. En medio de la enorme emoción general, nadie dudaba que la Virgen en verdad se había aparecido.

El 13 de octubre es el día del anunciado milagro. En el momento de la aparición se llega a un clima de gran tensión. Llueve desde la tarde anterior. Cova da Iria es un enorme charco, pero no obstante miles de personas pernoctan en el campo abierto para asegurar un buen puesto.

Justo al mediodía, la Virgen aparece y pide una vez más una capilla y predice que la guerra terminará pronto. Luego alza las manos, y Lucía siente el impulso de gritar que todos miren al sol. Todos vieron entonces que la lluvia cesó de golpe, las nubes se abrieron y el sol se vio girar vertiginosamente sobre sí mismo proyectando haces de luz de todos los colores y en todas direcciones: una maravillosa danza de luz que se repitió tres veces.

La impresión general, acompañada de enorme estupor y preocupación, era que el sol se había desprendido del cielo y se precipitaba a la tierra. Pero todo vuelve a la normalidad y la gente se da cuenta de que los vestidos, poco antes empapados por el agua, ahora están perfectamente secos. Mientras tanto la Virgen sube lentamente al cielo en la luz solar, y junto a ella los tres pequeños videntes ven a san José con el Niño.

Sigue un enorme entusiasmo: las 60.000 personas presentes en Cova da Iria tienen un ánimo delirante, muchos se quedan a orar hasta bien entrada la noche.

Las apariciones se concluyen y los niños retoman su vida de siempre, a pesar de que son asediados por la curiosidad y el interés de un número siempre mayor de personas: la fama de Fátima se difunde por el mundo.

Entre tanto las predicciones de la Virgen se cumplen: al final de 1918 una epidemia golpea a Fátima y mina el organismo de Francisco y Jacinta. Francisco muere santamente en abril del año siguiente como consecuencia del mal, y Jacinta en 1920, después de muchos sufrimientos y de una dolorosísima operación.

En 1921, Lucía entra en un convento y en 1928 pronuncia los votos. Será sor María Lucía de Jesús.
Custodia de los secretos, Lucía ha revelado sólo dos: el primero trata de la visión horrible del infierno, el segundo de la difusión del ateísmo en el mundo a causa del bolchevismo y la segunda guerra mundial. Esta, había dicho la Virgen, estaría precedida por un gran signo: en efecto, la noche entre el 24 y el 25 de enero de 1939, víspera de la guerra, se vio en todos lados, también en Italia, un cielo rojo con resplandores blancos, que fue llamado "aurora boreal".

Sor Lucía vivió como monja carmelita en Coimbra, Portugal. Murió en febrero de 2.005.

Se sabe que, luego de concluir el ciclo de Fátima, Lucía ha tenido otras apariciones de la Virgen (en 1923, 1925 y 1929), que le ha pedido la devoción de los primeros sábados y la consagración de Rusia.

En Fátima las peticiones de la Virgen han sido atendidas: ya en 1919 fue erigida por el pueblo una primera modesta capilla. En 1922 se abrió el proceso canónico de las apariciones y el 13 de octubre se hizo pública la sentencia de los juicios encargados de valorar los hechos: "Las manifestaciones ocurridas en Cova da Iria son dignas de fe y, en consecuencia, se permite el culto público a la Virgen de Fátima".

También los papas, de Pío XII a Juan Pablo II, han estimado mucho a Fátima y su mensaje. Movido por una carta de sor Lucía, Pío XII consagraba el mundo al Corazón Inmaculado de María el 31 de octubre de 1942. Pablo VI hizo referencia explícita a Fátima con ocasión de la clausura de la tercera sesión del Concilio Vaticano II. Juan Pablo II fue personalmente a Fátima el 12 de mayo de 1982: en su discurso agradeció a la Madre de Dios por su protección justamente un año antes, cuando se atentó contra su vida en la plaza de San Pedro.

Con el tiempo, se han construido en Fátima una grandiosa basílica, un hospital y una casa para ejercicios espirituales. Junto a Lourdes, Fátima es uno de los santuarios marianos más importantes y visitados del mundo.

miércoles, 6 de febrero de 2013

"SECRETOS MASÓNICOS", ¿sabemos los masones de lo que hablamos? (3 fotos)
Los “secretos” y “misterios” masónicos, ¿sabemos los masones de lo que hablamos?
El aspecto más atractivo de la masonería (o masonerías) para la sociedad de este siglo
XXI, para poca gloria de la Fraternidad, son aquellos aspectos que invitan al sensacionalismo: sus supuestos “secretos” y “misterios”; su imaginada actividad, soterrada y oculta; sus poderosos miembros, políticos, intelectuales, empresarios,…líderes de las sociedades.

Un aspecto alimentado, en muchas ocasiones, por algunos miembros de la logias, quizá, porque su interés en la Masonería se generó en estas mismas falacias y mendacidades. A las cuales, equivocadamente, recurren, sin saber como sostenerlas, para justificar la “compensación psicológica” a sus propias vidas, por la que se han sentido motivados a ser “iniciados”. No es poco habitual encontrar algunos hermanos que con todo su ardor “pseudomasónico”, defiende enérgicamente estos “secretos”, y “grandes misterios”, exagerando, vanagloriando y ponderándolos, sin saber razonarlos, ni darles forma y realidad en su proceso “espiritual, iniciático y constructivo”.

Leemos en la obra, de Aldo Lavagnini, “El secreto Masónico” que “El llamado secreto masónico es justamente el punto sobre el cual más se ha especulado, y sobre el cual se basan los que condenan nuestra. Orden Augusta. No comprendiéndose su razón, ni su verdadera naturaleza, o sea, el carácter espiritual, iniciático y constructivo de ese secreto, no se quiere ver en el mismo más que un pretexto para fines execrables, o cuando menos tales que no pueden confesarse públicamente, por tenerle miedo a la luz del día.”

He encontrado en una obra de un autor antimasónico, del siglo XIX, un párrafo sobre los “misterios” de la masonería que me parece que contiene toda la fuerza y vigor para despertar a aquellos hermanos que aún esperan encontrarlos fuera de su propio proceso de esclarecimiento y construcción a través de los valores y del lenguaje metafórico elaborado con los símbolos y rituales adoptados de los antiguos maestros canteros.

La Masonería en España. Ensayo Histórico, D. Mariano Tirado Y Rojas, Tomo I, página 4. Madrid Imprenta de Enrique Maroto y Hernando, 1892: “A todos sus adeptos anuncia la masonería la revelación de grandes misterios; a los aprendices les dice que estarán en posesión de esos misterios cuando alcancen el grado de maestro; a estos les ofrece descorrer para ellos el famoso velo de los consabidos misterios así que sean iniciados en los grados llamados filosóficos, y a los que poseen estos grados, les va llevando de unos a otros en su variadísima escala, siempre en pos del ofrecido descubrimiento, y es lo cierto que la mayor parte de los que llegan al grado más elevado de la escala masónica, el 33 en el rito escocés, y sus correspondientes en los demás ritos, se siguen preguntando como el día de su iniciación en el grado de aprendiz: ¿Dónde estará este misterio?”

Y para terminar esta reflexión, recurro de nuevo a la página Web de la Respetable Logia Simbólica Cibeles Nº 131, en los Valles de Madrid, cuando dice: El secreto masónico existe, porque lo que permanece velado tras él es intransmisible a terceros, pues siendo consecuencia de reflexiones y vivencias esotéricas, tiene carácter íntimo y estrictamente personal y, más que un conocimiento, es un sentimiento. Se conoce o no se conoce. Se le reconoce o pasa desapercibido en función de la aceptación del proceso iniciático; pero no se transmite ni verbalmente ni por escrito... justo por eso es secreto.
Triple Abrazo Fraternal

viernes, 25 de enero de 2013

¿EXISTIÓ REALMENTE JESÚS? PARTE 1. PRUEBAS RELIGIOSAS Perpetrado por Oskarele Las principales y más antiguas fuentes que hacen referencia a Jesús son los libros y epístolas del Nuevo Testamento, cuya autoría y autenticidad requeriría un análisis propio, así como unas cuantas menciones de varios historiadores casi contemporáneos, que también pudieron ser manipuladas en el proceso de transmisión histórica. Empecemos por los datos aportados por sus primeros biógrafos, los autores de esos evangelios, súbditos supuestamente de aquel señor. El Nuevo Testamento se escribió después de la muerte de Jesús, de haber existido, claro. Esta obra está compuesta por 27 libros: los cuatro Evangelios, cuya autoría, tradicionalmente, se ha achacado a Mateo, Marcos, Lucas y Juan, cuatro de los primeros discípulos del nazareno, y también se ha solido plantear que fueron escritos entre el 60 y el 100 d. C. Aparte de estos evangelios, en el NT también tenemos veintiún pequeños documentos llamados “Epístolas”, que son cartas destinadas a diferentes comunidades cristianas primigenias, y dos curiosos textos más: los “Hechos de los Apóstoles” y el “Apocalipsis de San Juan”. Los cuatro Evangelios canónicos serían una especie de biografías del tal Jesús. Pero no son fuentes independientes ni autónomas: parece ser que los de Mateo y Lucas son versiones más o menos ampliadas del de Marcos, que sería más antiguo (se suele datar en el 60 d.C.). Pero, curiosamente, es el más breve, y omite toda la infancia de Jesús, comenzando en el momento en que es bautizada por Juan el Bautista. Y por supuesto el texto no incluye ninguna indicación sobre su autoría, lo que no ha impedido que la tradición cristiana lo haya atribuido a Marcos, discípulo de Pedro, personaje citado en las epístolas de Pablo de Tarso (Col 4,10), en los Hechos de los apóstoles, donde es presentado como compañero de Pablo y en la primera epístola de Pedro, que lo llama "mi hijo" (1 Pedro 5:13). La base de esta tradición se encuentra en algunas referencias de los primitivos autores cristianos a la idea de que Marcos puso por escrito los recuerdos y las predicaciones del apóstol Pedro. Pero hay que tener en cuenta que Marcos no fue uno de los doce apóstoles, por la tanto, escribió la historia de oídas. No fue testigo presencial. Además, determinados errores geográficos y relativos a las costumbres judías hacen pensar que ni siquiera vivió en la zona… todo esto hace que tengamos que dudar a la fuerza de la veracidad de lo que cuenta, a pesar de que, supuestamente, recogiese las enseñanzas de Pedro o Pablo. Y, por lo tanto, los de Mateo y Lucas, que lo copian en un 90% también serían dudosos, aunque, estos sí, son atribuidos por la tradición a estos dos apóstoles primigenios del cristianismo. Estos tres evangelios (Mateo, Marcos y Lucas) son los llamados sinópticos. El cuarto evangelio, el de Juan, es mas tardío y, en cambio, si tiene autor, supuestamente. Se trata de Juan el Evangelista, un seguidor de segunda generación, al menos, del mensaje de Cristo, como Marcos, y al que también se le adjudica la escritura del Apocalipsis. Aun así, en los primeros tiempos de la iglesia se le adjudicó al apóstol Juan, a pesar de que fue redactado en torno al 90 d.C. (por lo que el autor, de haber presenciado la muerte de Jesús con 20 años, en el 30 d.C., tendría 80 cuando lo escribió, algo bastante improbable, más que nada porque lo pudo haber hecho antes…) Así pues todo parece indicar que lo dicho en los cuatro Evangelios Canónicos, al menos, no fue narrado por personas que estuvieron presentes durante los hechos que narran. Esto no quiere decir que lo cuentan sea falso, pero no puede ser aceptado como prueba de la existencia de Jesús, pues perfectamente podría tratarse de una mentira repetida por la tradición oral. Algo parecido pasa con los evangelios apócrifos y los escritos extracanónicos. Y con las Epístolas contenidas en el NT. Cabe destacar al respecto las más antiguas de estas, las de Pablo, aquel que nunca llegó a encontrarse a Jesús en persona, sino que lo vio durante una visión… y desde entonces comenzó a predicar su mensaje (antes de se dedicaba a matar cristianos). El caso es que este señor se hizo al cristianismo pocos años después de la supuesta muerte de Jesús. Y como algunos investigadores han apuntado, sus cartas son tan silenciosas comentando acontecimientos importantes que debía conocer y que fueron registrados posteriormente en los Evangelios, que hacen dudar. No podría haber sido ignorante de aquellos hechos si realmente hubieran ocurrido: ni mencionan a sus padres, ni el lugar y fecha de nacimiento, ni el juicio romano o judío, ni al Bautista, ni a Judas, ni siquiera algún milagro de Jesús. En definitiva, su Jesús se muestra ya como una figura legendaria que fue crucificada como un sacrificio, pero casi carente de biografía. Así pues, de todo esto podemos deducir que la información aportada por el Nuevo Testamento, por los Evangelios Apócrifos y por algunos textos más no sirven EN SI, para servirnos como prueba definitiva de la existencia de Jesús. El hecho de que la tradición acerca de un personaje histórico haya sido únicamente transmitida entre el grupo de sus seguidores nos predispone a considerarla con cierto escepticismo. Pero eso, que conste, no quiere decir que no existió. Ni siquiera quiere decir que no cuenten la verdad. Simplemente quiere decir que no valen como pruebas en sí. Además, no deja de ser interesante y significativo la cantidad de material que se escribió sobre Jesús escasos años después de su supuesta existencia. Sería raro de no haber existido realmente, y esta, aunque no es definitiva, es una de las pocas pruebas que podríamos aportar. Por esto es necesario cotejar y comparar la información aportada por aquellos primeros cristianos con dos fuentes básicas: los textos paganos contemporáneos, algunos de los cuales, efectivamente, mencionan a Jesús, y la arqueología, que, curiosamente, ha aportado bastantes luces en este asunto. A ello dedicaremos las siguientes entregas.
TEOLOGOS DEL VACIO. PARTE 3. LA CRONOLOGÍA DE USSHER Perpetrado por Oskarele Buscando información sobre el tema del creacionismo, al que hemos dedicado un par de articulillos, me topé con un curioso calendario del siglo XVII en el que se intentaba hacer una cronología de la historia de la Humanidad y la Tierra en base las Sagradas Escrituras. Fue obra, como no, de un arzobispo irlandés y en la actualidad se asocia con el Creacionismo de la Tierra Joven, ya que parte de la idea, ridícula pero maravillosa, de que el Universo fue creado hace unos cuantos milenios. El arzobispo en cuestión fue un tal James Ussher, también conocido por su nombre latinizado, mucho más bonico, Jacobus Usserius, un irlandés de Dublín nacido en 1581 y fallecido en 1656. Fue ordenado cura en 1601 y tuvo una carrera ascendente, tanto que en 1625 fue designado primado de la Iglesia Anglo-Irlandesa. En 1642, cuando estalló la guerra civil, Ussher se encontraba en Inglaterra, y ya nunca regresó a Irlanda y fue precisamente por esta época cuando escribió su obra más conocida y la que más nos interesa a nosotros, “Annales veteris testamenti, a prima mundi origine deducti” (Anales del Viejo Testamento, derivados de los primeros orígenes del mundo), aparecida en 1650. En esta obra narra su delirante (visto desde nuestro actual y especialmente escéptico punto de vista) planteamiento sobre la Historia del Mundo y la Humanidad. Pa empezar, según Ussher, el primer Día de la creación comenzó el atardecer anterior al domingo del 23 de octubre del año 4004 a. C. del calendario Juliano, cerca del equinoccio de otoño. ¿Por qué esa fecha? Pues porque por aquel entonces se creía que la vida potencial de la Tierra era de 6.000 años, cuatro mil antes de Cristo y dos mil después, correspondientes a los seis días de la creación, basándose en aquello de que “con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día” (en 2Pedro, 3.8). El principal problema al que se enfrento, como tantos otros que se propusieron lo mismo, fue que la Biblia fue compilada a través de diferentes siglos, con diferentes versiones y saltos cronológicos. Así propone tres grandes fases históricas: Era temprana (Desde la creación hasta la época del Rey Salomón). Al parecer el período más fácil, ya que la Biblia señala un linaje masculino continuo desde Adán y Eva hasta Salomón, junto con las edades de los individuos involucrados. Sin embargo, no todas las versiones de la Biblia proporcionan las mismas edades. Ussher resolvió este problema apoyándose en la Biblia hebrea. Primera era de los Reyes (Desde Salomón a la destrucción del templo de Jerusalén y al destierro babilonio de Judea). El linaje se interrumpe en este punto, disponiéndose solo de la duración del reinado de los reyes y con numerosos solapamientos y ambigüedades. Ussher tuvo que cruzar los registros bíblicos con fechas conocidas de otras personas y gobernantes para crear una cronología integrada. Segunda era de los Reyes (De Esdras y Nehemías al nacimiento de Jesús). No se proporciona información en la Biblia. Tuvo que vincular cada acontecimiento conocido de este periodo con otro datable en otras culturas, como las de los caldeos, persas o romanos. Así que, basándose en este división temporal, propuso la fecha de la Creación, como ya hemos dicho en el 4.004 a. C. ya que, haciéndose eco de Flavio Josefo, que comenta que la muerte de Herodes el Grande ocurrió en el 4 a. C. Jesús tuvo que nacer en ese mismo año, como mínimo, en lugar de en el año 1. Aunque parezca absurdo, en su momento la estación en la que tuvo lugar la creación era un tema de discusión entre los sabios teólogos de entonces. Unos pensaban que fue en Primavera, otros, en cambio, proponían el otoño, en gran medida porque esa estación marcaba el principio del año judío. Ussher era de estos últimos, y parece ser que empleó las Tabulae Rudolphinae de Kepler (Tablas Rudolfinas, 1627). Usándolas, habría concluido que el equinoccio ocurrió el martes 25 de octubre, solamente un día antes que el día tradicional de su creación, en el cuarto día de la semana de la creación, miércoles, junto con el Sol, la Luna, y las estrellas (Génesis 1,16). Los cálculos modernos sitúan el equinoccio otoñal de 4004 a. C. el domingo 23 de octubre. Esta sería, grosso modo, la historia del mundo narrada en la Biblia y datada por Ussher: 23 oct 4004 a. C. - Creación. 28 oct 4004 a. C. – Se crea la humanidad. Poco después, el 10 de noviembre de 4004, fueron arrojados del paraíso. 2348 a. C. - Diluvio universal. 1921 a. C. - Llamamiento de Dios a Abraham. 1491 a. C. - Éxodo de Egipto 1012 a. C. - Fundación del Templo de Jerusalén. 586 a. C. - Destrucción del Templo de Jerusalén por Babilonia y comienzo del destierro babilonio. Año 4 a. C. - Nacimiento de Jesús. Sobra decir que este señor se equivocaba, pues hoy sabemos con bastante seguridad que el Universo tiene como 13.000 millones de años y la Tierra, y el sistema solar, unos 4.500. Y el ser humano moderno, el Homo sapiens, comenzó a pisotear la Tierra hace unos 150.000 años. Mas info y fuentes por aquí: http://tematicacristiana.blogspot.com/2008/06/james-ussher-arzobispo-de-armagh.html, aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Calendario_de_Ussher-Lightfoot; aquí: http://en.wikipedia.org/wiki/James_Ussher, aquí: http://en.wikipedia.org/wiki/Ussher_chronology.